Un cenotafio con vida
Ciudad Mancha fue el epicentro de muchas leyendas,
entre éstas se encuentra Adam, un nadador profesional que, a sus 19 años, fue
convocado a participar en los juegos olímpicos. Al lado de su casa vivían Aura
y Lucas, dos hermanos que decidieron organizar una fiesta en la casa de su
vecino cuando éste se encontraba en el extranjero.
Asistieron sus amigos universitarios y muchas personas más; la diversión parecía ser ilimitada, hasta que Aura advirtió a sus invitados que una patrulla estaba acercándose al barrio. Todos se echaron a correr pero Luz, quien no logró escapar, tuvo que ocultarse improvisadamente. Apagó todas las luces de la casa, para después acercarse a la alberca, respirar profundo y sumergirse en ésta.
No tardó en desesperarse pero, cuando decidió que era tiempo de salir del agua, sintió sus manos atascarse en algo; no podía ver qué era, pero mientras más intentaba huir, más se le complicaba hacerlo. Pasó una hora y Luz se encontraba completamente paralizada, y sin entender lo que sucedía escuchó un fuerte grito de su mismísima voz.
Después de encontrar el cadáver de la chica, el oficial Alex intentó entrevistar al vecindario de Adam por días, pero nadie parecía estar en casa debido a las vacaciones.
Para entonces, Lucas y Aura se encontraban en Ciudad Rayo, visitando a Berta, una amiga suya que se dedicaba a la fotografía.
Quienes habían asistido a la fiesta no hacían más que preguntarse qué le había pasado a Luz en realidad. Las cosas se complicaron cuando Ciudad Mancha se enteró de la desaparición de Adam; el chico no se encontraba preparándose para los juegos olímpicos, ni se mantenía en contacto con nadie en la ciudad.
Mientras las vacaciones de Aura y Lucas terminaban, Berta ansiaba tomar fotografías de Ciudad Mancha. La noche en que los chicos llegaron a dicho lugar, notaron que las luces de la casa de Adam estaban encendidas. Los tres evitaron hablar al respecto y entraron a la casa de Aura y Lucas como habrían hecho en cualquier otra circunstancia. En esos momentos, la casa del famoso nadador era objeto de la investigación de Alex.
A la siguiente mañana Berta salió por su cuenta desde muy temprano para fotografiar la zona turística de la ciudad.
Al despertar, Lucas no sólo había perdido a su amiga, sino también a su hermana. Intentó llamar a ambas pero ninguna respondió a su teléfono.
Alex, después de pasar tanto tiempo en la casa de Adam encontró una nota muy extraña:
"La primera fue Aura, ¿quién habría sospechado que Luz haría algo así?
No te deprimas tanto, Lucas, que iré por ti."
Los días pasaron con lentitud tras dichas palabras, pues Alex evitaba hacer revelaciones sobre ambos casos que se encontraba investigando; mientras tanto, Lucas buscaba a las chicas.
Después de una semana, Berta fue encontrada muerta frente al cementerio de Ciudad Rayo. Lucas, incapaz de creerlo, recorrió todo el cementerio buscando a Aura después del funeral de su amiga. Luego de varias horas, lleno de cansancio y frustración decidió pasar cerca de la tumba de Berta nuevamente, para luego irse a casa. Antes de salir del cementerio encontró en el suelo un relicario que le resultó familiar, y lo guardó con él para marcharse.
El chico tenía fe en que se encontraría con alguien al llegar a casa, y así fue. Ahí estaba Alex, a punto de hablar sobre su investigación. La nota definitivamente estaba escrita por Adam, pues sólo sus huella dactilares estaban plasmadas en ella.
Según el criterio de la policía, Adam planeaba inculpar a Luz, quien simplemente había muerto ahogada por el cloro en aquella fiesta. El nadador sabía que la nota en su casa era evidencia, por lo que renunció a la idea de matar a los mencionados en dicho escrito.
-Aura será buscada en Ciudad Mancha y en Ciudad Rayo por ahora, pero Adam podría estar en cualquier parte del mundo- dijo Alex. Fue en ese momento cuando Lucas recordó que Luz usaba aquel relicario y se lo entregó al oficial.
Esa misma noche, cuando Lucas estaba por irse a dormir, encontró la cámara de Berta en su habitación; él sabía que su amiga había llevado con ella aquel artefacto el día de su desaparición, así que lo encendió, muy confundido. Vio una foto de Adam en su casa, tenía colgado en el cuello el relicario de Luz; detrás de éste se encontraba Aura con una mirada perdida, sosteniendo en sus manos unos visores para agua. Cuando intentó ver la fecha de la fotografía, la cámara se apagó.
Estaba a punto de acudir a Alex, cuando escuchó la voz de su hermana: "Te has vuelto loco, ¿en serio crees en lo que has visto?".
Se detuvo, intentó pensar con calma pero poco a poco, otra voz se metió en su cabeza de forma irreversible:
"¿De verdad creerías que la muerte podría detenerme?, si pude cambiar mi relicario de lugar, ¿por qué no haría lo mismo con tu alma?".
Lucas perdió la conciencia después de escuchar a Luz. Y al día siguiente fue encontrado por Alex en la sala de la casa de Adam, sentado con una mirada similar a la de su hermana, sosteniendo en sus manos el mismo objeto que ésta tenía en la fotografía. Aura se encontraba a su lado, sin vida.
Alex intentó hablar con Lucas, quien no lograba oír nada y poco a poco se hería a sí mismo enredando las agarraderas de los visores en su cuello. Después, cuando Lucas dejó de respirar, Alex encontró el relicario de Luz en el suelo. Lo abrió lentamente y se encontró con una fotografía del famoso nadador de Ciudad Mancha, sobre la cual se podía leer en letras celestes:
"Adam nunca ha existido, y desde ahora, tú lo haces de otra manera".
En ese momento, la única persona que sabía lo que había sucedido, se dirigió inconscientemente a la alberca de la casa, donde después de quedar completamente paralizado, se encontró con Luz, ya debajo del agua.
- ¿Por qué estamos aquí? - preguntó Alex.
-Aquel lugar en que solíamos vivir nunca ha sido más que un simple cenotafio-respondió Luz- ¿esperabas permanecer ahí por siempre?...
- Mónica RC