Inicia al
comparar más de un "esto"
y aludir a
un "aquello"
evitando la
prosa,
por amor a
la estrofa
y a su hijo:
el verso.
No crea las
metáforas,
sólo les da
voz...
¿Su creador?
A pesar de
ser bello,
individual
no es el puesto,
pues
participan más de dos:
el poeta,
la vida
y el
alfabeto.
El destino
los reta,
a grandes
combinaciones
traer al
mundo con esfuerzo
para
expresar con tinta y aliento...
Grandes
revelaciones,
una que otra
caída,
así como la
eterna vuelta
de ese
valioso momento
tan esperado
por el autor;
eso y más,
todo por
plasmarse
en algún
poema...
-Mónica
RC