¿Para eso quieres tus pies?
23.01.2019
No huir, se me indicaba en el bosque;¡que corras ya!, también se oía.Me alejaba de ellos, pero iban por mí."¡Salvaje!", así fui llamado y no lo olvido,pues recuerdo a mis hijosy esas armas que los tomaron.
"¡Indefenso!", escuchaba cuando me temían,aun sin saber que poseía un buen oído;me escondía entre pinos y encinos,viéndolos, pues a mis amigos comían.
Me cansé y decidí escapar,vi a lo lejos una montañay me acerqué, por huir de mi tormento,sería ahí donde éste podría concluir.Era ya viudo y huérfano,Me encontraba mudo e inválido,sin ningún posible sustento.
"¡Sobrevive!", escuché al rato de mi sufrimiento,fui levantado del suelo y alimentado...¡y todo por los mismísimos humanos!Todo por aquellos culpables,más no responsablespor tanto y todo tipo de asesinato.
Fui también engañadoy, convencido de ser salvado,me convertí en espectáculo;esto, andando ellos en dos patas,y yo, a penas duras, sobre cuatro.Aunque otros iban subiendo y yo bajando,La desgracia me haría volary, entre tanto billete, otros se parecían ahogar.
Aún inconsciente de dónde me encuentro,apurado te escribo mi comunicado,y es que, tan solo como desalmado,he de notar tu gran talento.Querido humano, ruega a quien quierasque si llegaras a ser buscado,de la guerra volvieras;pues ni si quiera tú lo mereces,no recibir aquello que sólo tu especie sabe dar.
-Mónica RC